Ana Yris Guzmán le entrega almuerzo a niña en Nuestra Escuela. (Foto/Suministrada)
CAGUAS – La organización sin fines de lucro Nuestra Escuela comenzó a ofrecer almuerzos de comida caliente los lunes y martes en su sede frente a la Plaza de Caguas para personas que aún sufren las consecuencias de estar semanas sin agua y electricidad por el paso del huracán Fiona.
De esta forma complementan la iniciativa de Urbe a Pie y el Centro de Apoyo Mutuo, organizaciones sin fines de lucro aliadas de Nuestra Escuela, que ya estaban distribuyendo almuerzos en el casco de Caguas de miércoles a viernes. Nuestra Escuela es un centro de educación alternativa que opera como una organización sin fines de lucro de base comunitaria, brindando servicios gratuitos a niñas, niños y jóvenes en Caguas y Loíza.
“Queríamos auscultar qué necesidades había en el casco urbano. Hicimos un recorrido por las instalaciones de estas organizaciones aliadas de Nuestra Escuela y constatamos la enorme fila de unas 200 personas que tenían necesidad de alimentos porque perdieron sus compras por la falta de electricidad y no cuentan con los recursos económicos para superar aún el golpe del huracán. Por esta razón, decidimos ofrecer los alimentos para apoyar el esfuerzo de los compañeros en los días de la semana que faltaban por dar el servicio”, explicó Ana Yris Guzmán, presidenta ejecutiva de Nuestra Escuela.
Los almuerzos se distribuyen los lunes y martes en Nuestra Escuela, en el horario de 11:30 am a 1:00 pm. Esto es posible gracias a las donaciones de la Fundación Ángel Ramos, la Fundación Banco Popular, la Fundación Comunitaria de Puerto Rico y la Fundación Flamboyán, indicó Guzmán.
“Quizás distinto a cómo ocurrió tras el huracán María, el sector sin fines de lucro está mucho más articulado y consciente de que es a través de la colaboración que realmente podemos atender las necesidades de las y los más vulnerables”, comentó la cofundadora de Nuestra Escuela. Brindó como ejemplo la alianza con Taller Salud, de Loíza, con la cual tienen una relación por el otro centro educativo de Nuestra Escuela en ese municipio. “Taller Salud iba a recibir una cantidad de donativos importantes para apoyar las comunidades en el sur, específicamente en Salinas. No les hacía mucho sentido que la gente llevara las cosas a Loíza para luego hacer una distribución a Salinas. Así que nos aliamos y Nuestra Escuela fue centro de acopio para Taller Salud para que desde aquí se pudieran preparar las compras y también fuimos la transportación de Taller Salud porque Nuestra Escuela tiene guaguas que fueron el mecanismo para transportar los suministros”, explicó Guzmán.
Nuestra Escuela se mantuvo abierta, aún con generadores eléctricos en los días posteriores a Fiona cuando no tenía luz, para ofrecer sus servicios de educación alternativa a sus estudiantes. Allí se les brindó educación, se les proveyeron alimentos y asistencia tanto a sus estudiantes como a sus familiares. Guzmán explicó que su primer compromiso es con las niñas, niños y jóvenes por lo que se esforzaron en brindarle al estudiantado un espacio seguro y amoroso durante esos primeros días posteriores a la emergencia.