Por: Apóstoles Iván García y Amarilys Ramos
Tengo que tener cuidado de entrar a un estado de pasividad. Pasividad es no hacer aquello que tengo que hacer, porque si la pasividad se prolonga se termina la iniciativa, y la falta de iniciativa me hace quedar en el mismo lugar, y empiezo a retroceder.
Siempre que haya iniciativa, se demuestra que hay fe. La Biblia dice, “El justo por su fe vivirá” (por su iniciativa). La gente que no vive por fe, es gente que no agrada a Dios.
Lo que puedo hacer hoy es la única influencia real para mi futuro. Debo mantener la iniciativa de emprender cosas, no mirando alrededor y estando enfocado en la Palabra. Aunque vengan momentos difíciles la fe se va a mantener de pie. Toda prueba es dejar la teoría y meterse en la práctica. La fe siempre es igual a algo práctico. Y lo práctico causa los beneficios.
La fe me introduce a experimentar, a lograr algo que nunca había llegado. Si sueño algo que está en la Palabra y me corresponde pero todavía no lo tengo, no debo desanimarme porque puedo y voy a llegar a eso.
Un camino que nunca antes había pasado, es pasar de lo que conozco a lo que no conozco. Por esta razón mucha gente tiene miedo por lo que no conoce y se estanca en lo que tiene y no llega a lograr todo lo que quería.
Oración: Padre, hoy estoy decidido a limpiar mi mente de miedo, de negativismo, de dudas porque sé y creo que de aquí en adelante harás maravillas en mi vida. Me determino a ser una persona de fe, que va en camino a la abundancia. En el nombre de Jesús. Amén.