SAN JUAN – Empleados municipales y del Centro de Recaudación de Ingresos Municipales (CRIM) exigieron el martes un aumento urgente del salario mínimo, tras ser excluidos del aumento a 10.50 dólares la hora que entró en vigor el lunes, dejándolos con un salario de 7.25 dólares la hora.
“Es inaceptable que mientras la mayoría de los trabajadores de la empresa privada en Puerto Rico comienzan a beneficiarse de un salario mínimo más justo, los empleados municipales de Arroyo, Patillas, Lajas, Añasco, Ciales y Utuado y del CRIM, quienes son la primera línea de servicio a los ciudadanos, sean marginados y obligados a subsistir con 7.25 dólares la hora,” explicó Ángel Figueroa Jaramillo, coordinador de ProSol-Utier, sindicato que representa a los trabajadores, en declaraciones escritas.
La situación de estos empleados es aún más crítica considerando el aumento del costo de vida y las facturas de agua y luz, que también aumentaron el 1 de julio. Figueroa Jaramillo subrayó que los empleados municipales y del CRIM realizan tareas fundamentales para el funcionamiento de los municipios y son primeros respondedores en situaciones de emergencia.
“Los empleados municipales y del CRIM realizan tareas fundamentales para el funcionamiento de los municipios. Son empleados de primera línea, donde van los ciudadanos a buscar servicios y son primeros respondedores ante situaciones de emergencia. No podemos permitir que continúen recibiendo sueldos de miseria cuando sabemos que cada día es más costoso vivir en este país,” añadió Figueroa Jaramillo.
El líder sindical hizo un llamado a los alcaldes para que busquen soluciones que garanticen la equidad salarial y que hagan valer el Código Municipal de 2020, que mandata que los empleados tengan un plan de Clasificación y Retribución Uniforme debidamente actualizado.
“Es imperativo que se incluya a estos trabajadores en el aumento del salario mínimo. No se puede justificar una excepción que perpetúa la injusticia y la inequidad. Si diversos sectores pudieron hacer sus ajustes para cumplir la ley del salario mínimo, ¿por qué a los alcaldes no les exigen lo mismo?” cuestionó Figueroa Jaramillo.