La dermatitis atópica, que a menudo se conoce como eccema, es una enfermedad crónica (de larga duración), genética y autoinmune, que hace que la piel se inflame e irrite, lo que causa mucha picazón.
En la mayoría de los casos, hay brotes o momentos en los que la enfermedad empeora, seguidos por remisiones o momentos en los que la piel mejora o los síntomas desaparecen por completo.
La dermatitis atópica es una afección frecuente y cualquier persona puede contraerla a cualquier edad. Sin embargo, por lo general comienza en la infancia. La dermatitis atópica no se puede contagiar de una persona a otra. Según la gravedad de los síntomas, vivir esta enfermedad puede ser difícil, pero el tratamiento puede ayudar a controlar los síntomas.
Es una afección frecuente que por lo general aparece en bebés y niños. En muchos casos, desaparece antes de la adolescencia. Sin embargo, algunos niños pueden seguir teniendo síntomas como adolescentes y adultos. Algunas veces, la enfermedad aparece por primera vez durante la edad adulta.
Usted puede tener una mayor probabilidad de desarrollar dermatitis atópica si tiene antecedentes familiares con esta condición, rinitis alérgica y asma.
Síntomas
El síntoma más común de la dermatitis atópica es la picazón, que puede ser intensa. Otros síntomas frecuentes incluyen:
• manchas secas en la piel con un color entre rojo y café oscuro
• sarpullido que puede sangrar, o que puede supurar o secretar un líquido transparente al rascarse
• engrosamiento y endurecimiento de la piel
El sarpullido puede aparecer en cualquier parte del cuerpo y los síntomas pueden surgir en varias partes al mismo tiempo. A menudo, las personas con dermatitis atópica tienen otras afecciones, como:
• asma y alergias, incluidas las de tipo alimentaria
• otras enfermedades de la piel, como la ictiosis, que causa resequedad y engrosamiento de la piel
• depresión o ansiedad
• pérdida de sueño
Vivir con dermatitis atópica puede ser difícil. Algunos consejos para ayudarle a controlar la enfermedad son:
• Siga una rutina diaria de cuidado de la piel para ayudar a prevenir brotes. Algunas cosas que puede hacer para cuidar la piel:
– Tome baños tibios para limpiar la piel sin resecarla demasiado. Limite los baños a una vez al día.
– Use un jabón en barra suave y sin fragancia o un limpiador que no contenga jabón.
– Seque la piel con palmaditas después del baño, pero sin permitir que se seque demasiado antes de humectarla (evite frotarla o secarla rápidamente).
– Use una crema hidratante para sellar el agua que ha absorbido la piel durante el baño. Use cremas y ungüentos, pero evite lociones con un alto contenido de agua o de alcohol, lo cual puede ocasionar quemaduras.
– Proteja la piel contra irritantes y ropa áspera, como la lana.
• Hable con su médico sobre posibles alergias alimentarias.
• Controle el estrés – El uso de técnicas para el manejo del estrés y de relajación pueden ayudar a reducirlo y disminuir la posibilidad de brotes.
• Evite rascarse o frotarse, ya que esto irrita la piel, aumenta la inflamación y puede empeorar la picazón. Mantenga las uñas cortas para no rascarse tanto.
• Busque los consejos de un profesional de la salud mental si siente agobio, vergüenza o ansiedad debido a esta afección.
• Mantenga nivelada la temperatura interior. Mantenga el interior de su hogar a una temperatura fresca y estable, y con niveles constantes de humedad.
• Si usted o su hijo no puede dormir bien durante la noche debido a la picazón o por estarse rascando, hable con su médico sobre las opciones que hay para poder controlar mejor la dermatitis atópica.
• Evite exponerse a la vacuna contra la viruela. Las personas con dermatitis atópica no deben recibir esta vacuna. Hable con su médico sobre los riesgos antes de que alguien en su hogar reciba la vacuna.
Es importante que consulte con su médico sobre las pruebas para saber si usted padece dermatitis atópica y conocer los tratamientos.
Fuente: Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel.