Dr. Ricardo M. Rodríguez Guzmán
Psicólogo Clínico
Concilio de Salud Integral de Loíza
El concepto de bienestar es uno que ha ido desarrollándose en las pasadas décadas, ampliando su definición y alcance. Se puede decir que el bienestar va más allá que la ausencia de enfermedad o estrés, si no que se trata de estar bien en general. Esta definición podría sonar ambigua y poco clara, pero eso se debe a que el bienestar de una persona no necesariamente será el mismo para otra.
Actualmente, existe el modelo de las ocho dimensiones del bienestar que incluyen emocional, espiritual, intelectual, física, ambiental, financiera, ocupacional y social (Swarbrick, 2006). Este modelo propone que para estar en bienestar es necesario tener más o menos en orden estas dimensiones. Estas dimensiones están interconectadas y se influyen entre sí. Un ejemplo sería como una pérdida de empleo, que impactaría principalmente las áreas ocupacionales y financieras, también puede llevar a consecuencias en el área emocional, porque aumentan las preocupaciones; en el área espiritual, porque nos puede llevar a tener crisis de fe; en el área social porque perderemos contacto con personas que pueden ser significativas para nuestra vida; e incluso en el área física, ya que este estrés nos puede provocar consecuencias físicas como el que suba la presión arterial, tensiones musculares, problemas respiratorios y gastrointestinales, aumentar los niveles de glucosa, entre otros.
Parte fundamental del bienestar es la salud mental. Existen múltiples maneras de atender nuestra salud mental, desde atenderse con un profesional, ya sea psicólogo, psiquiatra o consejero, trabajador social, hasta tener prácticas de autocuidado, las cuales incluyen cualquier esfuerzo que la persona haga para manejar su estado emocional. Esto puede ser algo como las prácticas de meditación o ejercicios de relajación, pero también algo tan cotidiano como compartir con familiares y amigos, leer, escribir, hacer deportes o cualquier otro pasatiempo.
Para lograr mantener una buena salud mental, así como un estado de bienestar, es importante que seamos conscientes de nuestras realidades y partir desde estas. No podemos tener la expectativa de que nuestro bienestar está en algo inalcanzable. Para algunas personas, el bienestar está en cambiar las cosas que le hacen daño o le afectan, para otros está en aceptar las cosas que no pueden cambiar.
En fin, la salud mental es parte fundamental de lo que significa estar en bienestar. Una persona puede gozar de una buena salud física y tener las demás áreas en orden, pero si se afecta la salud mental, las demás áreas se pueden ver afectadas. Por lo anterior planteado, te hacemos una invitación a evaluar tu bienestar a nivel integral y tomar acciones para aumentar el mismo a nivel individual y familiar. Esto será un refuerzo de energía para enfrentar los retos de la vida y mantener un balance decisional.
¡Te queremos en bienestar! Para más información llama al 787-876-2042.
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